Integrated Project Delivery

MITOS, DUDAS Y VERDADES

El Integrated Project Delivery (IPD) es un sistema integrado de entrega de proyectos, o sistema integrado de ejecución de proyectos, incluyendo gestiones de planificación, diseño y construcción. Lo que se busca, mediante este sistema, es la integración de todos los miembros implicados en el proyecto en un proceso que fortalezca de modo colaborativo los talentos y perspectivas de cada uno de los mismos.

Proyectos en los cuales se ha aplicado este sistema de trabajo demuestran que el IPD permite reducir las pérdidas presupuestales, el plazo de entrega de la edificación y optimiza la eficiencia en el trabajo desde el diseño hasta el final de la ejecución de la obra. No obstante, a pesar de que, en la actualidad, hay varios casos a nivel mundial en los que este sistema ha dado resultados eficientes, aún se percibe ciertas dudas y creencias falsas en relación al IPD. Por ello, revista Costos conversó con algunos especialistas en el tema, quienes nos mencionan cuáles son los mitos y verdades que se tiene sobre IPD.

MITOS

El ingeniero César Guzmán, gerente general de Produktiva y presidente del Capítulo Peruano Lean Construction Institute, señala que uno de los mitos más frecuentes en referencia al IPD es que muchos consideran que su aplicación en proyectos nacionales es utópica, pues tienen la creencia de que solo se puede dar en otros países, a pesar de que “ya tenemos buenas implementaciones en distintos grados de madurez en el Perú”.

Por su parte, el ingeniero Jorge Miranda, director del Comité Académico del Capítulo Peruano Lean Construction Institute, sostiene que con frecuencia “se piensa que hay que firmar un contrato para colaborar”, cuando en muchos casos se ha realizado mecanismos de IPD bajo contratos tradicionales.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN LA EDICIÓN DE ANIVERSARIO ABRIL – MAYO 2020 CON EL AUSPICIO DE LAS SIGUIENTES EMPRESAS

De igual manera, el ingeniero Santiago Ruiz indica que debido a que en la actualidad se habla mucho sobre los proyectos integrados a pesar de que hay una limitada investigación y puesta en práctica de estos, surgen algunas ideas erróneas sobre la importancia del IPD. En ese sentido, el ingeniero destaca 4 mitos que explica a continuación.

• Se cree que el proyecto debe salir más barato. No obstante, el ingeniero explica: “Un proyecto integrado busca asegurar los objetivos y agregar valor al modelo de negocio integral, el cual debe mirarse con un enfoque de largo plazo; es por ello que los proyectos se enfocan en conseguir el mejor producto posible dentro de los costos permisibles del propietario y dentro del esquema financiero del modelo de negocio, es decir, asegurando el retorno de la inversión”.
• Se cree que, al ser colaborativo el proyecto, los riesgos son mínimos. Al respecto, el ingeniero Santiago Ruiz sostiene: “Todos los proyectos conllevan riesgos producto de la incertidumbre en toda la cadena de producción, por lo que los riesgos están presentes desde el primer día, solo que se tratan de manera transparente y mitigan tomando decisiones de manera objetiva con la mayor cantidad de información posible”.
• Se cree que un proyecto bajo un sistema integrado requiere menos control, pero el ingeniero señala que el control es parte de la gestión. “Sin embargo, el enfoque es el de tomar decisiones que aseguren los objetivos del proyecto lo cual involucra cambiar los planes constantemente adecuándose al contexto y necesidades del proyecto”, agrega.
• Se tiene la idea de que todo debe estar en el contrato. Sobre esto, el ingeniero Ruiz señala: “La entrega de proyectos integrados se puede resumir como un sistema de trabajo que permite entregar un producto, dependiendo del contrato; este puede facilitar o entorpecer el sistema. Es por ello que en otras ciudades los IPD empiezan con las condiciones de satisfacción del proyecto y un acuerdo tripartito (propietario-diseñador-constructor) sencillo, que luego se va puliendo en un contrato más elaborado a medida que se cierra la etapa de conceptualización y se inicia la incorporación de los socios”.

A todas estas creencias erradas que se tienen en el sector construcción, el ingeniero Raúl Eyzaguirre, jefe del área Virtual Design Construction (VDC) y BIM Manager de Cosapi, agrega que también se piensa erradamente que “este modelo de gestión de proyectos se basa en gran parte en un contrato colaborativo”. De igual manera, señala que un contrato colaborativo brinda la estructura organizacional que guiará el comportamiento de los participantes del proyecto. Esto no significa que la cultura tradicional cambiará de un momento a otro a una cultura colaborativa, aclara el ingeniero Eyzaguirre y señala que por ello es importante gestionar el cambio cultural.

DUDAS

El gerente general de Produktiva indica que las dudas están relacionadas a cómo se puede iniciar la implementación del IPD en un proyecto y si los resultados se obtienen de una manera rápida. “Para iniciar, como en todo, hay que dar el primer paso y este es tratar de tener a la gente correcta en el lugar correcto tratando de generar colaboración y confianza. Los resultados son progresivos, pero muchas veces se puede ver grandes avances desde un primer momento si es que hay una correcta integración en el equipo”, comenta.

Las dudas que el ingeniero Miranda encuentra en el sector son referentes a falta de confianza por parte de los clientes, quienes “muchas veces piensan que en alguna etapa [del proyecto] los contratistas pueden salir con sorpresas de costos y plazos; entonces, los clientes piensan que no se siente muy cubiertos con estas modalidades”, explica.

Mientras, el ingeniero Eyzaguirre ha identificado que algunas dudas en referencia al IPD se relacionan a cómo seleccionar a los diseñadores, constructores, subcontratistas, entre otros, “sabiendo que no se tiene un alcance definido”.

VERDADES

El ingeniero Santiago Ruiz considera que se ha avanzado mucho sobre el uso del Lean en la construcción y en parte de la cadena de abastecimiento, pero, en cuanto a las etapas de conceptualización y diseño, son pocas las experiencias que se han podido implementar en el Perú. “Varios de los proyectos que intentaron trabajar como un IPD aún no estaban dispuestos a trabajar desde la conceptualización del modelo de negocio por el temor de perder competitividad o desconfianza de los socios”, explica.

Asimismo, indica que las etapas iniciales del proyecto requieren experiencia liderando equipos multidisciplinarios y una base de datos potente con información de proyectos pasados que permitan realizar estimaciones paramétricas con un rango de precisión acertado.

Para el ingeniero Ruiz “el camino hacia un IPD pasa por un proceso de mejora continua; primero con proyectos de construcción confiables y predecibles, luego con diseños orientados al valor del modelo de negocio, evaluando la mayor cantidad de alternativas, y finalmente, acuerdos comerciales que fomenten y faciliten estos proyectos”.

El ingeniero Jorge Miranda invita a los relacionados con el sector construcción a informarse sobre las experiencias de casos reales en los cuales se ha implementado el IPD y se ha logrado “resultados impresionantes”. Además, señala que cuando se va implementando el IPD, “comienza a haber un entusiasmo entre todos los actores por los resultados alcanzados etapa tras etapa”. Pero, para ello, sostiene que primero todos deben estar muy bien capacitados y debe haber mucha disciplina en el grupo de trabajo.

Por su parte, el Ing. Eyzaguirre enfatiza la importancia del cambio cultural en la gestión de proyectos, para luego pensar en un contrato. Esto, señala el ingeniero, “motiva a cambios en cómo compartimos la información entre las diferentes etapas de un proyecto, cómo colaboramos entre los diferentes involucrados y cómo formamos un equipo comprometido y alineado a los objetivos del proyecto, sin priorizar únicamente los intereses comerciales individuales”.

Para evitar estas ideas erradas y dudas, el ingeniero Eyzaguirre insiste en que los interesados en la implementación del Integrated Project Delivery deberían informarse acerca de los resultados logrados en proyectos pioneros en el mundo, cómo se han logrado y qué buenas prácticas impulsan el verdadero sentido de un IPD. Además, considera que una excelente referencia para adentrarse en el camino hacia proyectos integrados es el libro “Integrating Project Delivery” de Martín Fischer.

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